El objetivo principal de la OIM sobre el tema es asegurar la protección, respeto, y cumplimiento de los derechos y bienestar de las personas migrantes, incluyendo categorías tal como la de personas desplazadas internamente (IDPs por sus siglas en inglés), independientemente de su estatus migratorio.
La Organización promueve la migración como una decisión a través de intervenciones dirigidas a reducir los riesgos de violencia, abuso, explotación y otras violaciones a los derechos. La OIM trabaja para fomentar los factores protectores que conlleven a la resiliencia a nivel individual, doméstico, comunitario y estructural.
Los riesgos de protección pueden resultar de factores que obligan a las personas a abandonar sus hogares y comunidades, de las circunstancias en las que viajan, o las condiciones que encuentran al llegar a su destino y al retornar. En general, la movilidad humana, sea interna o internacional, puede exponer a las personas a riesgos de protección y situaciones de vulnerabilidad. Utilizando una perspectiva basada en los derechos en todas sus operaciones, la OIM está comprometida a integrar la protección al priorizar la seguridad y la dignidad, evitar hacer daño, y asegurar el acceso significativo, la no discriminación, rendición de cuentas, participación, y empoderamiento. Este método se asienta en el principio que la protección es una parte fundamental no negociable de las políticas migratorias efectivas, su administración y gobernanza.
Para reducir los riesgos de protección, la OIM también realiza intervenciones especializadas para apoyar a los estados y otros actores relevantes. Las áreas temáticas de intervención de la OIM incluyen: la lucha contra la trata de personas, protección infantil, respuesta a la violencia basada en género, retorno y reintegración, así como participación comunitaria.
La OIM trabaja para reducir los riesgos en poblaciones afectadas, utilizando una perspectiva que integra al gobierno y a la sociedad entera. De ser solicitado por los estados, la OIM apoya los esfuerzos para proteger, respetar y cumplir, sin discriminación, los derechos y libertades fundamentales de las personas migrantes, mientras promueve la seguridad, bienestar y prosperidad de todas las comunidades dentro de sus territorios. Para tal fin, la OIM coopera con:
- Gobiernos nacionales y locales
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El sistema de la Organización de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales y regionales, y
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Las personas migrantes, diásporas, sociedad civil, comunidades locales, organizaciones basadas en la fe, academia, sector privado, parlamentarios, sindicatos, instituciones nacionales de los derechos humanos, los medios de la comunicación, actores humanitarios, voluntarios, y otros actores relevantes.
La OIM reconoce la importancia del liderazgo fortalecido, la rendición de cuentas aumentada, la capacidad de protección adecuada al propósito, la abogacía consistente, así como de las asociaciones y colaboraciones para lograr los resultados de la protección.